21 de junio de 2012

no vayas a por la gran felicidad


Piérdete para encontrarte de nuevo. Chilla. Sal sin paraguas y empápate de lluvia. Escala montañas y árboles. Sube escaleras y baja colinas. Tírate a la piscina de cabeza y de plancha. Emborráchate y pierde el control absoluto. Déjate llevar. Sal algún día de compras y gasta todo el dinero de tu cartilla. Asalta bancos y si tienes ocasión roba alguno. Corrige a los demás y a ti mismo pero sin tomarlo demasiado en serio.
Déjate llevar por la pasión. Se tú misma. Come chocolate, helados, dulces y todo aquello que nunca has comido por miedo a las apariencias del kilo de más. Baila en la ducha y canta en la calle. Recuerda recuerdos y vive el presente. Salta, ríe, corre, vuela. No te pongas trapas. Llora de felicidad y ríe de alegría.
No le des paso a las lágrimas y si les das paso, combínalas con un “todo irá mejor”. Intenta ser positiva.
Lucha por lo que quieres. Abre las ventanas en pleno invierno y olvídate del frío. Sigue tu camino. No dejes que nadie elija por ti. Conoce, vive, aprende, sueña, pero sobretodo ama. Ama con todas tus fuerzas. Ama como nunca has amado. Sin miedo. Ama. Aprende a amar. Sin prisa, sin pausa, simplemente hazlo.
Nunca, reitero NUNCA dejes marchar tu felicidad. Disfruta de las pequeñas alegrías y no vayas a por la gran felicidad, es tan sencillo como saber disfrutar la vida.

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