Me encantaría poder decir que lo tengo todo bajo control, que tengo las situaciones en mis manos y que nada ni nadie puede con mi felicidad.
Pero hay veces que no es posible, simplemente quieres estar sola, para pensar en el futuro y los días malos que te esperan, días en los que no te apetece hablar con nadie, solamente romper a llorar. Pienso que estos días son así, no tengo ganas de nada porque no sé que debo hacer, ¿seguir como estoy?, ¿intentar cambiarlo?, ¿hablar con alguien?, ¿quedarme quieta?, ¿salir?... Una situación realmente difícil que puede con mis fuerzas y con mi todo.
Y yo me pregunto, ¿tan divertido es acabar con la felicidad de alguien? La respuesta debe ser un sí.
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